Problemas surgidos en el tiempo.
Desesperación, celos, rabia, traición, todo en un problema.
Cavando un agujero en la tierra de la vida con el pico del dolor y la pala de la venganza.
Azotado por los sentimientos de culpabilidad me vi arrojando aquel problema en el foso del olvido.
Enterrando los problemas, sellando el destino que nunca poseería. Vertiendo pesimista y depresiva tierra sobre aquel montón de sufrimiento.
Tierra regada con las lagrimas del dolor y la decepción.
Un tiempo mas tarde una semilla creció en esa tierra. La semilla de la esperanza, la cual sigue creciendo hoy en día gracias a la dedicación hacia ella.
Pero los problemas siguen presentes. Miedo. Por todas partes.
Todos aquellos problemas siguen ocultos bajo las raíces de la nueva y esperanzadora oportunidad.
¿Pero vale la pena intentar solucionar aquellos problemas?
¿Vale la pena excavar en la tierra para intentar recuperar un vestigio de lo que fue una buena felicidad transformada en dolor?
Tan preciada semilla crecida en esa tierra es lo único que poseo.
¿Cavar en el pasado o temer el presente?
¿Que cual es la solución?
Sinceramente, no lo sé...
(Debido a que últimamente no he tenido tiempo suficiente para pensar con tranquilidad he decidido subir este escrito que tenía guardado en mi disco duro. Data del 5/10/12.)
